Arquitectas
de ultramar. (1)
Publicado en Diario de Jerez el 17/03/2015
Escenario Cívico en praca da Figueira en Lisboa.
Frida
Escobedo es una arquitecta mexicana que ha desarrollado una sensibilidad
especial hacia los problemas del entorno en el que habita, México D.F., una
ciudad de más de veinte millones de habitantes, la tercera ciudad más poblada
del mundo. A través de una arquitectura de calidad
comprometida con su propia realidad territorial, urbana, social y cultural, la
arquitecta mexicana fue ganadora del Young Architects Forum 2008 convocado por
la Architectural League en Nueva York. De 2007 a 2010 fue profesora de
proyectos en la Universidad Iberoamericana de México. El año pasado su trabajo
fue seleccionado para ser expuesto en el pabellón Mexicano de la Bienal de
Arquitectura de Venecia y en el Mission Cultural Center for Latin Arts, en San
Francisco.
Escobedo comparte con Frida Kalho (inevitable la referencia) sólo
el nombre y un cierto aire en su presencia física, su pelo peinado tirante, sus
cejas negras pobladas, sus labios pintados en un rojo intenso y un rostro de
aparente seriedad. Pero esa impresión desaparece a los pocos segundos de
conocerla, pues se trata de una chica risueña, sencilla, sana, inteligente y
feliz. Desde esa personalidad tranquila y
reservada, ha proyectado en la última década un puñado de edificios e instalaciones
urbanas que la han hecho sobresalir entre los arquitectos y arquitectas
mexicanos. Pese a su juventud entiende con serenidad su privilegiada condición
de mujer y arquitecta, una excepción en un mundo y una actividad dominada en su
mayoría por hombres.
La
vivienda loft para una pareja de amigos en un lugar desde el que se domina la
totalidad de la infinita capital mexicana fue la primera de sus obras
destacadas; con una versión barata de esa misma vivienda como alternativa al
problema de la infravivienda (proyecto no construido) demuestra la inteligencia
y sensibilidad con que afronta los problemas cotidianos de su profesión; La
Tallera, el museo del pintor muralista Siqueiros, resuelto
con una celosía maravillosa de piezas de hormigón fue la obra que le otorgó el
reconocimiento general de su talento; o la propuesta de construcción de un
Pabellón/Espacio Público con bloques de hormigón en el Museo Experimental Eco,
donde continúa la investigación de la plástica y el espacio a partir de
materiales baratos.
Su
propuesta para la Trienal de Lisboa en 2013 en Praca da Figueira, una de las
zonas principales de la ciudad, cerca de Rossío, consistente en un Escenario Cívico es su obra más
trascendente hasta el momento. La propuesta consiste en una plataforma circular
de 180 metros cuadrados cuya base es un poliedro, de tal modo que, siendo un
lugar para la comunicación, un escenario, a medida que el público se agrupa, la
plataforma se inclina más, haciendo que la presencia del speaker sea más
notable. Es, en definitiva, un inteligente juego dinámico que habla del talento
de esta estupenda arquitecta. Aún siendo
todavía un conjunto de obras de pequeña escala, no extraña que su trabajo haya
despertado la atención de los críticos y de las revistas especializadas, lo que
le ha otorgado una gran proyección internacional, avalada recientemente por los
arquitectos suizos Herzog y De Meuron, que han pedido su colaboración en el
diseño de una celosía para uno de sus actuales proyectos en ejecución.
Organizado
por la Universidad de Sevilla dentro del Ciclo Arquitectura y Mujer en Iberoamérica y con la colaboración
del Colegio de Arquitectos de Cádiz y del Ayuntamiento de Cádiz, y coordinado
por las arquitectas Maripi Rodríguez y María Jesús Albarreal, se celebró el
pasado viernes en la Casa de Iberoamérica de Cádiz, la segunda de las
conferencias del programa, la primera en realidad, pues la anterior programada
fue suspendida por enfermedad de la arquitecta brasileña Carla Juacaba, por lo
que finalmente serán cinco las arquitectas que mostrarán su trabajo en la Casa
de Iberoamérica de Cádiz a lo largo de los próximos meses de abril y mayo. Un
encuentro con el arte y la arquitectura de ese mundo desconocido para la
mayoría con el que compartimos nuestra hermosa lengua española, vehículo de
expresión común de un pensamiento multicultural, diverso y complejo. (Continuará)
Five Architects (1)
Al final de los años 70 del pasado siglo se
publicó en España el libro Five Architects, que recogía la obra de un grupo de
arquitectos estadounidenses (también llamado New York Five) compuesto por Peter Einseman, Michael Graves, Charles Gwatmey, John
Hejduk y Richard Meyer. Su obra apareció conjuntamente por primera vez en el Museum of Modern Art de
Nueva York, en una exposición organizada por Arthur Drexler en 1967. Con una
propuesta formal común de aspecto neorracionalista, pretendían recuperar las
formas puras de la arquitectura moderna, teniendo como referente más
significativo la obra de Le Corbusier durante los años veinte y treinta.
A partir de aquella exposición neoyorquina,
los miembros de Five Architects desarrollaron un trabajo divergente, negando posteriormente
cada uno de ellos cualquier relación con los demás, pese a que su unión
temporal los llevó a la fama mundial. En España, casi todos ellos tuvieron
oportunidad de recibir encargos oficiales para realizar edificios importantes,
tales como el MACBa de Meyer en Barcelona o la Ciudad de la Cultura en
Santiago, encargada a John Hejduk y posteriormente modificada y ejecutada por
Peter Einseman.
El pasado 12 de marzo ha
fallecido Michael Graves, el tercero de aquellos Five que nos deja. Graves recibió en 2001 recibió la Medalla de Oro del AIA (Instituto Americano de Arquitectos). Poco tiempo después de la
publicación de Five Architects, abandonó la claridad de aquella arquitectura
Corbusierana, blanca y de líneas claras, para convertirse en uno de los mayores
exponentes del Postmodernismo, tendencia arquitectónica que llenó de
referencias clásicas y de confusión la arquitectura en el mundo occidental.
Todavía puede rastrearse el esperpento que esta tendencia introdujo en las
ciudades españolas. Hoy tan sólo quedan en activo Einseman y Meyer, ambos
arquitectos pertenecientes al llamado Star System de la arquitectura, o dicho
de otro modo, convertidos en empresas multinacionales de proyectos, el segundo
más que el primero.
En el libro, el extraordinario
arquitecto Philip Johnson, escribió una Posdata
que comenzaba así: “No parece que tenga mucho sentido el reunir a estos cinco
arquitectos en un solo libro… En común lo que tienen es talento; están
interesados, como otros lo han estado, en el arte de la arquitectura.” Y
termina el texto: “Desearía más libros y más trabajo para estos arquitectos…
los libros llaman la atención sobre la arquitectura, fuerzan al lector (u
observador) a concentrarse y, generalmente, produce (la arquitectura) satisfacción
o disgusto.” (to be continued)
Acceso a la casa Hanselman, Michael Graves, 1967
0 Kommentarer:
Publicar un comentario